Cuando queremos armar algo que se desarmó o arreglar algo que no funciona bien, si no sabemos hacerlo, recurrimos al manual de instrucciones.
Lo mismo pasa con la vida.
Pero a veces nos confundimos cuando tratamos de crear o “rearmar” una situación con el manual de la mente. La mente puede organizar, comprender, crear estrategias para llevar a cabo las soluciones, pero la mente, en sí misma, no tiene la capacidad de conectarnos con la felicidad, la abundancia o la plenitud, que es lo que realmente buscamos encontrar tras la solución.
La razón es sencilla.
La fuerza que nos creo es espiritual y si queremos una solución real debemos ir a la fuente. Si no, cambiaremos estrategias, comprenderemos mejor u organizaremos diferente aquello que queremos cambiar, pero no habrá un cambio real.
La siguiente pregunta quizás sea la más importante: ¿Dónde encontramos el manual que nos conecte con la vida espiritual? ¿En un libro, grabado en alguna piedra, alguien lo sabe y aun no lo ha contado?
Si las leyes del espíritu son las leyes de Dios, la respuesta se reduce a una: AMAR.
La ley del amor es la ley que, al aplicarse, nos reconecta al mismo poder que nos creo. Pero no es el amor lo que nos reconecta, sino el AMOR.
El amor en acción.
Entonces, si esta semana tenemos una situación “desarreglada” y queremos encontrar una solución, porque hasta ahora ninguna ha funcionado, recurramos a nuestro manual de fabrica: apliquemos la ley del amor, amando.
No es necesario que amemos con todo nuestro potencial de amar.
La energía del amor es tan poderosa que funciona con el solo hecho de ponerla en acción. Solo se nos pide encontrar la manera más sencilla de reconectarnos con el amor en relación a esa situación. ¿Enjuiciar menos?; ¿cambiar de una actitud de ataque por otra de tolerancia?; ¿renunciando a tener razón y ofrecer aceptación?
No importa como lo hacemos, siempre que cada paso que demos sea para conectarnos con el amor. Lo mismo haremos si el conflicto está en una relación
¿De qué manera puedo conectarme con el amor en esta persona?
Si el conflicto es conmigo mismo, ¿de qué manera puedo reconectarme con el amor? ¿Hablando mejor de mí?, ¿cuidándome o perdonándome?
Algo muy importante si no queremos quedarnos en el intento es que no hagamos más de lo que podemos hacer en ese momento.
Si no te sientes listo para perdonar, no perdones, pero al menos ataca un poco menos. Si no puedo dejar de atacar, retírate de la discusión.
Si no te me puedes retirar, haz silencio. Si no puedes hacer silencio, respira. Pero toma acción.
El amor en sí mismo no funciona, porque es energía y la energía debe moverse.
Creemos que amar es difícil porque puede que hayamos leído y escuchado demasiadas “historias de amor”.
Para amar, no se necesita instrucción ni esfuerzo, solo un poco de humildad para renunciar a nuestras propias razones, que son las que nos han desconectado de nuestra fuente. Justamente allí donde está la única solución.
Para ARMAR nuestra realidad con éxito, debemos eliminar la R de Resistencia y fácilmente podremos hacerlo. AMAR, ese es el secreto.
Lo siento, perdóname, gracias, te amo
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