COMO MANEJAR LA INFLUENCIA DEL ENTORNO

Tú puedes manejar la influencia del entorno
Resumen: ¿Tu entorno impide que cumplas tus objetivos? Si sientes que existen personas que intervienen negativamente en el proceso de alcanzar tu felicidad, en este artículo te muestro cómo manejar la influencia del entorno en tu vida.

¿Sientes que personas de tu entorno intervienen negativamente en tu vida?
¿Sientes que interrumpen o entorpecen el cumplimiento de tus más importantes propósitos  de vida?
Este obstáculo es uno de los más frecuentes que impide a las personas tener la vida que realmente desean. Y yo lo entiendo perfectamente porque yo misma he pasado por circunstancias en que me he sentido presa de las voluntades ajenas. He aprendido a manejar la influencia del entorno y cómo ponerlo a mi favor después de atravesar difíciles quiebres tanto en lo personal o laboral. No conocía las estrategias sanas que podía aplicar para considerar y administrar la influencia del entorno en mi vida. Tuve que aprenderlas a prueba de duras situaciones de las que gracias a Dios, salí airosamente.
Por suerte tú no necesitas vivirlo de la manera adversa en la que yo lo viví. Tú puedes comenzar a hacer las cosas diferentes desde hoy y a conciencia, siguiendo mis estrategias, para dirigirte naturalmente hacia lo que quieras ser, hacer y tener aprendiendo a manejar la influencia del entorno.
Comenzamos por algo que quiero que quede bien claro en tu mente…

Nadie entorpece el camino de tu vida. Eres tú mismo que, de alguna manera u otra que, a partir de tus elecciones y acciones, pones “piedras” (consciente o inconscientemente) en el camino limitando el avance hacia lo que quieres ser, hacer y tener.

Esto puede sonar muy duro sobre todo si piensas: “Ana no tiene idea en qué situación me encuentro, ¡no puedo!, ¡no me dejan!, ¡es muy difícil dada mi situación, tengo compromisos!”. Lo entiendo y te respeto. Acepto que estés sintiéndote así porque nuevamente te digo, yo también estuve en tu lugar.
Aunque la verdad es que, lo aceptes o no, tú formas parte de tu entorno; y, si las cosas se han dado de una determinada manera hasta hoy, es porque de alguna forma tú lo has estado permitiendo, colaborando y/o participando de las circunstancias para que se reflejen esos resultados en la realidad.
Aceptar tu parte de responsabilidad en este asunto es tener la mitad del problema resuelto.
La mayoría de las veces te puedes excusar en las culpas que le echas a lo externo para no decidirte valientemente, a avanzar: puede que culpes al mundo en crisis, al país, a tu jefe, a tu padre, a tu madre, a tu hermano, a tus hijos; puede que culpes a todo lo que pueda brindarte la temporal justificación y tranquilidad de que “tú quieres lograr X cosas, pero ellos no te dejan avanzar o entorpecen tu camino”.
¿Qué pasa si continúas posicionándote en esta actitud?
Estás renunciando a tu poder personal.
¿El hecho de que logres o no algo que querías acaso es culpa de otros?
¿De quién depende en verdad que tus proyectos se hagan realidad?
Seguro que hay una parte de todo el “paquete de la realidad” sobre la que tú no tienes control. Esto es así y será así con todas las situaciones y desafíos que elijas vivir y enfrentar. Ahora, ¿cuál es la parte CLAVE en todo esto?
La posición de protagonista que adoptes para enfocarte y poner energías en lo que sí está bajo tu control, en lo que tú sí tienes influencia sin olvidarte que, si te mueves dentro de ciertos entornos personales y laborales, es porque tú mismo has decidido y elegido rodearte de esas personas. ¡Habrá que sacar lo mejor de cada entorno y situación! Como dice el dicho: “Si tienes limones, ¡haz limonada!”.
No existen obligaciones (aunque parezcan). Siempre son ELECCIONES las que hacemos.
Posicionarte desde el rol protagonista te alejará de las quejas, de las excusas, de echar culpas a los otros y sobre todo, te apartará del resentimiento que te provoca seguir pensando que tú estás donde estás por “culpa de los otros o de la situación externa”.
¡Cambia tu conversación interna!

Muchos clientes me han planteado por ejemplo, el tema de la influencia negativa que ejerce la familia sobre ellos. Y me preguntan…
“¿Cómo hago Ana si se trata de mi familia la que ejerce influencia negativa en mí y me “tira abajo”?”.
“¿Cómo hago si no puedo alejarme de ellos en verdad?”.
“¿Cómo hago si no los puedo “desechar” de mi vida, porque los quiero?”.
Excelentes preguntas.
Y mi respuesta es: No se trata de alejarte de ellos, sobre todo si tú no quieres eso (claro que hay casos y casos); pero sí se trata de elegir no involucrarte emocionalmente y/o evitar el apego insano que produce su cercanía. Este tema lo vemos en profundidad trabajando con estructuras y planes diseñados especialmente para llevar los cambios en la realidad para manejar la influencia del entorno de forma inteligente, en el programa intensivo ReINgenieriza Tu Vida.

Y recordé este cuento que quería compartir contigo en relación a manejar la influencia del entorno…

Era una vez una competencia de sapos cuyo objetivo era llegar a lo alto de un árbol.
Se congregó en el lugar una gran multitud de animales que vibraba y gritaba por ellos.
Al comenzar la competencia, el rumor general era: – Qué pena, es difícil, no lo lograrán.
Así, algunos sapos comenzaron a desistir, pero uno de ellos persistía y seguía subiendo.
Y el clamor de la multitud continuaba:
- Que lástima, se caerá, no lo logrará.
Y los sapos se dejaban caer y desistían, menos aquel que seguía subiendo… cada vez con más fuerza y tesón.
Y al final de la competencia todos desistieron, menos aquel sapito que, curiosamente en contra de todos los pronósticos negativos, logró llegar a la cima y ganar la competencia.
Los sapos restantes intrigados se acercaron a preguntarle: “¿Cómo hiciste para concluir la prueba?”
Al no tener respuesta del sapito, descubrieron que… ¡era sordo!
 
Tienes que aprender a hacer oídos sordos del discurso negativo de personas que de alguna u otra manera continúan en el viejo paradigma del “así no se puede”, “las cosas deben hacerse de -esta- forma”, “ten cuidado”, “no te arriesgues”, etc.
Tú debes estar convencido de lo que quieres lograr, confirmar que tus propósitos de vida condicen con el real deseo de tu corazón. Y si te das cuenta que éso es lo que -en verdad- quieres, te recomiendo entonces aventurarte hacia ello no sin antes emprender un plan para manejar la influencia del entorno, considerando tanto el de tus relaciones personales como el de tus relaciones laborales). Esto significa limpiar el terreno (tu ser) y preparar la “cancha” (entornos en donde te desenvuelves) para plantar en ellos las semillas de tus sueños de manera que comiencen a crecer sanas y fuertes hasta que te den sus frutos (¡tus sueños cumplidos!).
Uno de mis proyectos más hermosos es viajar por el mundo y llevar mi palabra para que enseñe, despierte e ilumine a más y más personas. Es un hermoso sueño que me encantaría lograr, pero en este momento familiar que estoy viviendo no lo voy a hacer dados ciertos compromisos que yo misma ELEGÍ asumir (a pesar de que me han llegado varias invitaciones de distintas partes del mundo para hacerlo y me entusiasma sobremanera la idea de experimentar esa hermosa aventura ).
En el pasado hubiera culpado a cualquier cosa externa por no poder lograr lo que quería en ese momento en que quería que ocurriera. Pero hoy, cuando quiero impulsar nuevos propósitos y llega a mi mente el “diablito” de querer echar culpas (es natural en el ser humano que “salten” estos mecanismos), me hago a mí misma la siguiente pregunta:

No hay comentarios:

Publicar un comentario